Con el paso del tiempo, los vehículos de una flota sufren un desgaste lógico y puede que su vida útil llegue al final. Los vehículos pueden representar un riesgo para las operaciones y para los conductores si no se cambian a tiempo o no se realizan los arreglos necesarios. Es por esto, que la renovación de los vehículos es un tema central a tener en cuenta a la hora de pensar en la gestión de la flotilla. Todo líder de flota sabe que la misma debe ser bien planificada y justificada por el gran gasto que implica.
Existen distintas estrategias para analizar cuando es el momento indicado para hacer una renovación de la flota. La clave está en analizar todos los pros y contras para poder tomar la mejor decisión.
Una primera estrategia es la de reemplazo por antigüedad y/o kilometraje del vehículo. Esto significa que a determinado tiempo de uso o a determinada cantidad de kilómetros, el vehículo será reemplazado. Los camiones tienen una vida útil de entre 10 y 20 años, pero usarlos hasta los 20 años puede aumentar considerablemente el riesgo de un accidente o un gasto excesivo en refacciones y mantenimiento. La gran ventaja de esta estrategia es que permite una planificación predecible y una gestión más efectiva del presupuesto para el reemplazo de vehículos en la flotilla. La contracara podría ser que el punto óptimo para reemplazo no siempre está determinado por la antigüedad y/o kilometraje porque hay otras variables que pueden influir en el estado del vehículo como su mantenimiento o si sufrió algún siniestro.
Otra manera es analizar el costo del ciclo de vida mirando el costo total de propiedad y los costos operativos de los vehículos individuales. Se consideran todos los costos asociados con el vehículo durante su ciclo de vida y el análisis que se logra es más minucioso. Otros aspectos a analizar pueden ser el costo de compra del vehículo, los gastos en mantenimiento, los costos de tiempo de inactividad, los gastos de combustible y su depreciación anual. La desventaja es que puede ser difícil determinar qué variables incluir en el análisis del costo del ciclo de vida y también se requieren más recursos y tiempo para llevar a cabo este tipo de estudio para la toma de decisión.
Por último, también se puede hacer un análisis del umbral de costo-efectividad, que consiste en reemplazar un vehículo cuando el costo de repararlo supera un monto límite establecido. El problema con este modo es que no es tan predecible y puede traer complicaciones a la hora de elaborar un presupuesto. Si se elige está estrategia, la empresa debe estar preparada financieramente para afrontar un gasto inesperado.
Sea cual sea la estrategia elegida, contar con datos precisos será fundamental para implementarla. VEC Fleet ayuda a las compañías a centralizar y analizar todos los datos que permiten aplicar estrategias en su gestión de una manera ordenada y práctica. El software de gestión de flotillas ofrece indicadores clave relacionados a todos los aspectos de la flota para que la toma de decisiones sea más eficiente y los costos sean menores. El objetivo es siempre hacer el negocio más rentable y aprovechar al máximo todas las inversiones que se hagan.
