Uno de los problemas principales para los gerentes de flotillas es gestionar flotillas en climas extremos y por eso te presentaremos consejos para emprender esa tarea sin sucumbir en el intento.
Desde la lluvia intensa hasta la nieve, pasando por el frío o calor extremo, todas las situaciones adversas suponen desafíos para los jefes de flotillas. No se puede especular con las inclemencias del tiempo y la flota debe estar lista para circular inexorablemente.
Asimismo, otra tarea de un encargado de gestionar flotillas es garantizar la seguridad. Esto incluye tanto a los choferes como también a los vehículos y su mercadería.
Este tema se hace particularmente desafiante en países como México, un territorio con una gran diversidad climática con una zona tropical y otra templada. En los 1.973 millones de km2 de superficie mexicana, es posible encontrar climas fríos de alta montaña a unos cuantos centenares de kilómetros de los climas más calurosos de la llanura costera mexicana.
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ToggleAnticiparse es clave para gestionar
Este escenario genera que el mantenimiento de la flotilla sea un elemento crítico. En ese sentido, anticiparse al problema es una tarea que, aunque demanda tiempo y dinero, siempre vale la pena.
¿A qué nos referimos? Básicamente a prever la mayor cantidad de escenarios posibles y realizar una rutina de revisión de flotilla. Así, tanto antes como después de cada jornada de uso de cada unidad, se deben comprobar el estado de:
- neumáticos
- batería
- frenos
- luces
- sistema de limpieza de las lunetas (limpiaparabrisas y traseras térmicas)
- niveles de los fluidos: aceite del motor, diferenciales y caja de cambios, líquido de frenos y líquido descongelante
- combustible
- retirada de hielo y nieve
- kits sanitario de emergencia
“Las situaciones adversas suponen desafíos para los jefes de flotillas, quienes no pueden especular con las inclemencias del tiempo”
Capacita a los conductores
Otro elemento que todo gerente de flotillas debe considerar como crítico tiene que ver con el entrenamiento de los conductores. Es necesario que conozcan técnicas de cambio de neumáticos, instalación o desinstalación de cadenas (si fuera necesario) y formas seguras de descongelación de lunetas, entre otras habilidades.
Además, ante climas extremos, tiene que cambiar la forma de conducción. Esto implica diversas técnicas. Por ejemplo, manejar a una velocidad ajustada al clima y conocer cómo frenar progresivamente, sin bloquear el sistema de detención. También deben desarrollar una conducción anticipativa para prevenir accidentes en situaciones de suelo deslizante y escasa visibilidad.
La importancia del plan de contingencia
Otra buena práctica ante situaciones climáticas extremas es poseer un plan de contingencia para enviar los vehículos a la ruta.
Este debe incluir información para planear rutas alternativas para las unidades. También establecer un tiempo extra para que los conductores realicen el chequeo previo a la circulación y, si los vehículos duermen a la intemperie, puedan retirar la nieve. Además, allí se debe indicar a quién deben acudir los conductores en caso de parada obligatoria, y en qué orden de prioridad.
Por último, una buena práctica para extremar cuidados ante climas extremos es incrementar la frecuencia del lavado de la unidad. Luego de haber estado expuesto a lluvia o nieve intensa, o bien frente a altos valores de temperatura, se recomienda enviar el vehículo al lavadero. Así, se le puede retirar toda suciedad y sal que se haya podido acumular en su exterior.
Gestiona la flotilla con una plataforma
Las plataformas de gestión de flotillas son un recurso muy valioso a la hora de organizar toda la información mencionada arriba, que puede ser presentada al gerente en un tablero personalizado.
Las flotillas necesitan contar con un socio tecnológico para gestionar todos los indicadores clave que necesitan monitorear permanentemente y conocer dónde es necesario realizar ajustes.